Maurizio Di Leo, herbolario e investigador, ama describir su laboratorio como "una joya tecnológica".
Su profesionalidad y entusiasmo, junto con instalaciones de altísimo contenido tecnológico y la colaboración de un equipo científico de licenciados en farmacia y biología, le permiten producir y distribuir productos artesanales de altísima calidad.
La aventura de Maurizio di Leo inició en el ámbito de la fitoterapia en un periodo en el cual reinaba el escepticismo absoluto en las terapias naturales, a fines de los años sesenta. Primero el diploma de herbolario de la Universidad de Urbino, luego numerosos cursos en el extranjero y encuentros importantes con médicos y herbolarios famosos hasta que, en 1980, Di Leo abre la herboristería que lleva su nombre, en el centro de Casalecchio di Reno (Italia). Se trata de una actividad que dentro de pocos años inicia a tomar forma particular ya que, junto a la venta de productos de herboristería de varias marcas, se ve necesario hacer un cambio radical: desde entonces empieza a ganar cada vez más terreno la producción propia.
En 1981 abre el LABORATORIO ERBORISTICO DI LEO